Los compilados de Waldo K (compilador)

 Mientras se espera la –no por demorada menos inminente– aparición del sucesor de este conjunto de compilaciones comenzado en el 2006 y retomado en el 2009, el sr. (ir)responsable de este sitio tiene el placer de compartirlo con un público tal vez un poco más amplio que el involucrado hasta el momento.

 Se trata de una serie de selecciones firmadas por un tal Waldo K, pseudónimo que sólo ha logrado sobrevivir para este tipo de proyectos (pese a, por poco, no haber llegado a convertirse en una persona de hueso y carne).

 Las indicaciones son muy simples: cliquee en la tapita del compilado al que desee enfrentarse (están acomodados por su orden original de aparición) y será conducido a un misterioso (?) e inofensivo lugar donde podrá obtenerlo.

 Huelga decir que cualquier impresión, duda o afín es más bienvenida en la sección de comentarios (al pie de esta entrada), que no por impopular es menos efectiva.

 

¿Más de lo mismo?

 Siguen las incursiones del pseudo·artista de plástico [PAP] en un medio evidentemente hostil a sus patéticos intentos.

 En esta ocasión, damos la bienvenida a los colores, que, tras un breve descanso, se dignaron reaparecer para disimular la escasez de talento del susodicho PAP.

Y siguen los dibujitos...

 Y sí, mientras otros y otras se entregaban a la más condenable disipación sabática, quien esto escribe despuntaba el sano hábito de dibujar.

 ¿Los resultados? Tan mediocres como los habituales:

...pero no podemos decir que no lo hayamos disfrutado.

 

Meses después:

2 simpáticos personajes que supieron acompañarnos en el merecido descanso anual que tan lejano en el tiempo ha quedado ya...

Si esto no es filosofía, ¿qué lo es?

Hace más de 10 años, un préstamo ingenuo alejó de mis manos el maravilloso librito, publicado en 1986 y firmado por Lizán y Varlotta, del que sale la historieta de más abajo.

Quiso la suerte que hoy pudiera volver a posar mis ojos sobre sus esclarecidas páginas, lo que me ha puesto en la obligación de compartirlo con cualquiera de los incautos que se dignan visitar este humilde sitio.

Basta de preámbulos, pues; con Uds., el Santo Varón:

Una de las vacaciones...

Llega el esperadísimo (?) momento de la actualización anual de este infecto sitio y ¿qué mejor para tan ilustre fin que una infantil pinturita llevada a cabo en la tranquilidad de un bonito poblado cordobés?


Sí, es cierto: el tiempo pasa y la madurez pictórica parece cada vez más lejana. Pero bue, por lo menos esto se ve (relativamente) alegre.
¡Salud!